La Señora Littleton preguntó a su marido Jesse, quien era físico y trabajaba para la Compañía Corning Glass Works, en Corning, Nueva York evaluando la formula de un vidrio resistente a alta temperatura, utilizado en la elaboración de linternas de ferrocarril y tarros de batería, si ese vidrio podría servirle para cocinar. Cumpliendo la curiosidad de su esposa, Jesse llevó a casa un pedazo de vidrio de los tarros para batería y en él, Bessy horneó un pastel con excelentes resultados. De ahí que sus experimentos en gran parte llevaron a la Compañía a lanzar en el año de 1915, un producto para el uso doméstico elaborado de vidrio templado y resistente a altas temperaturas llamado Pyrex.
Se cree que el nombre de Pyrex surgió de la tradición de la Compañía de utilizar la sílaba “ex” en sus fórmulas de vidrio, como por ejemplo Nonex (primer vidrio resistente al calor elaborado dentro de la Cía.) y “Pyr” cuya raíz del Latín significa fuego, calor.
Como todo invento nuevo, el Pyrex en su origen fue un producto caro y no fue hasta la década de los 30’s que su producción se fue automatizado y por lo mismo haciendo más accesible a las masas.
En los 50’s Pyrex lanzó al mercado los refractarios de colores turquesa y rosa con la nueva moda “Del horno a la mesa”. Durante los 60’s colores más sutiles como el beige o terracota fueron los de moda y en los 70’s y 80’s el Pyrex alcanzó un lugar relevante en cada cocina al adoptarse el uso del horno de microondas.
De mi cajón de los recuerdos, no existió reunión o evento de Olguita, sus amigas o mis tías en donde algún Pyrex dentro de una linda base no adornara la mesa de la comida. Las recetas de moda eran las que se preparaban y horneaban en dichos refractarios y no solo los Pyrex resultaban fáciles de limpiar, sino que también eran prácticos para transportar la comida.
Las tendencias, maneras de cocinar y gustos han ido cambiando con el pasar de los años, sin embargo, para muchos, el Pyrex sigue formando parte cotidiana de nuestras vidas ocupando un lugar especial en nuestras cocinas.
En honor al Pyrex en su centenario de vida, les comparto una receta (un poco adaptada) de aquellas que estaban muy de moda en la década de los 70’s y 80’s.
BUDIN DE JAMON Y QUESO
Este budín de jamón y queso es una receta muy rica y sencilla de preparar. Puede servirse en el desayuno acompañado de frijolitos, o bien de lunch o merienda acompañado con una rica ensalada.
Como estoy en labor de vaciar mi despensa, esta receta la preparé con unos chilitos Anaheim asados de lata que tenía guardados, pero también queda muy rico con chiles poblanos o pimiento morrón.
Esta receta la preparé con un pan dulzón que se llama “Hawaiian Bread” porque me gusta la combinación de lo dulce del pan con lo salado del relleno. Sin embargo, la receta original lleva pan blanco de caja. Creo que otra excelente alternativa podría ser utilizar pan estilo brioche.
Ingredientes
- 454 gr (1 lb) pan de caja Original Hawaiian Bread loaf
- 283 gr (10 oz) rebanadas de jamón Selva Negra (Black Forest) picadas en cuadritos
- 226 gr (8 oz) de queso Cheddar blanco o Manchego rallado
- 198 gr (7 oz) “Fired roasted green Ortega chiles” o bien, pimiento morrón o chiles
- poblanos asados, limpios y picados
- 3 huevos grandes
- 1 taza de crema natural (no ácida)
- Queso Parmesano rallado suficiente para cubrir
- 40 gr (1.5 oz) mantequilla en trocitos
- Sal y pimienta al gusto
Procedimiento
-Precalienta el horno a 350 ˚F
1. Corta la orilla del pan de caja y corta cada rebanada en cuatro. Unta un refractario de 20 x 27 cm. (8″ x 10.5″) con un poco de mantequilla y coloca los pedazos de pan a quedar pegados uno con el otro cubriendo el fondo del molde.
2. Cubre con la mitad del queso rallado, el jamón picado, el chile o pimiento morrón picado, y termina con la otra mitad del queso.
3. Cubre con el resto del pan cortado.
4. En un tazón aparte mezcla los huevos con la crema, sal y pimienta al gusto.
5. Vacía la mezcla de huevo encima del pan rapartiendo con una pala de plástico de forma homogénea.
6. Rocía con suficiente queso parmesano rallado a cubrir y coloca por encima trocitos de mantequilla.
7. Cubre con papel de aluminio y hornea por unos 40 minutos o hasta que tome un color dorado claro. Deja enfriar unos 7 a 10 minutos antes de servir.
- 454 gr (1 lb) de pan de caja Original Hawaiian Bread loaf
- 283 gr (10 oz) rebanadas de jamón Black Forest picadas en cuadritos
- 226 gr (8 oz) de queso cheddar blanco rallado
- 198 gr (7 oz) “Fired roasted green Ortega chiles” o bien, pimiento morrón o chiles poblanos picados
- 3 huevos grandes
- 1 taza de crema natural (no ácida)
- Sal y pimienta al gusto
- -Precalienta el horno a 350 ˚F
- Corta la orilla del pan de caja y corta cada rebanada en cuatro. Unta un refractario de 20 x 27 cm. (8″ x 10.5″) con un poco de mantequilla y coloca los pedazos de pan pegados uno al otro hasta cubrir el fondo del molde.
- Cubre con la mitad del queso rallado, el jamón picado, el chile o pimiento morrón picado, y termina con el resto del queso.
- Tapa con el resto del pan cortado. En un tazón aparte mezcla los huevos con la crema, sal y pimienta al gusto.
- Vacía la mezcla de huevo encima del pan esparciendo con una pala de plástico para repartir de forma homogénea.
- Cubre con suficiente queso parmesano rallado para apenas cubrir y termina con trocitos de mantequilla.
- Cubre con papel de aluminio y hornea por unos 40 minutos o hasta que tome un color dorado claro. Deja enfriar unos 7 a 10 minutos antes de servir.
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