¡No te vemos! ¿Dónde le pico? ¡Ahí arriba a la derecha donde están los cuadritos! ¡Hola, hola! ¿Ya me ven? ¡No te oyes! ¡Revisa el micrófono de abajo!…
Desde pequeños, Fernanda, Ana Paula y Enrique tenían la facilidad de quedarse dormidos de manera espontánea y en el exacto lugar donde Morfeo les daba encuentro.