Soy parte de la generación que nos ha tocado vivir la transición del papel a la pantalla. Aprendí a hacer ecuaciones matemáticas y raíces cuadradas usando mi mente y mi lápiz. Conocí la geografía mundial desde un enorme atlas, los diccionarios y enciclopedias estaban siempre a la mano para responder cualquier pregunta, consulté la Guia Roji para no perderme por las calles, y leí varias obras literarias de aquella colección de libritos con bandas de color de la editorial Porrúa.
Tomábamos fotos a ciegas esperando terminarnos el rollo para llevarlo a revelar y esperar días antes de conocer los resultados de nuestras anheladas impresiones. Escribíamos cartas y mandábamos postales.
Aprendí a cocinar con las recetas de mi abuela y de Olguita. La mayoría de las veces siguiendo instrucciones platicadas y mis recetas favoritas las fuí escribiendo en un cuadernito.
No fue hasta que me casé que empece a hacerme de una colección de libros y revistas de cocina la cual fue creciendo a través de los años. Diferentes circunstancias nos hicieron mudarnos de casa y país en varias ocasiones y con cada cambio había que decidir cuáles dejar atrás. Sin embargo, un grupo selecto siempre viajó conmigo. Aquellos a los que acudía con mayor frecuencia, lo que me traían bonitos recuerdos, o quizá por sus lindas fotos. En fin, los que podría llamar “mis consentidos.”
Gracias al avance y beneficios de la tecnología, hoy navegamos por el internet encontrando todo tipo de recetas, clases de cocina, “blogs” y nuevas tendencias culinarias al alcance de un botón en nuestro teléfono celular. Ya no es necesario esperar para ver las fotos que tomamos, aguardar varios días para recibir noticias en una carta o perdernos por las calles.
Y a pesar de toda esta maravilla, mis libros de cocina consentidos, viejos y nuevos, siguen conmigo, ocupando un lugar en mi casa, listos para ser abiertos y compartir gratos momentos.
TORTILLA DE PAPA
Y sin mayor razón más que por el puro antojo, hoy les comparto la manera de hacer una tortilla de papa para tenerla lista mañana que se renuevan los partidos de futbol. ? Me gusta acompañarla con una salsa de chile Morita y ajo tostado.
Ingredientes
4 papas (1 kg. aproximamente)
1 cebolla mediana
4 huevos grandes
2 1/2 cucharaditas de sal
500 ml. aceite de oliva (no extra virgen)
Preparación
1. Pela las papas y corta en rebanadas gruesas.
2. Corta las rebanadas como si fueras a hacer papas a la francesa y luego en cuadritos
3. Mientras vas cortando las papas, ve remojando los cuadritos ya cortados en agua. Esto ayuda a enjuagar el almidón de las papas.
4. Escurre las papas cortadas en un colador.
5. Mientras pon a calentar el aceite en un sartén a fuego medio.
5. Corta la cebolla en plumitas y revuelve con las papas cortadas. Agrega dos cucharaditas de sal.
6. Coloca la mitad de las papas en el sartén con aceite caliente
7. Deja cocinar por unos 7 a 10 minutos o hasta que las papas estén suaves al picarlas con un cuchillo. Retira del sartén con un colador
8. Coloca las papas cocidas en un traste con toalla de papel para que absorba el excedente de grasa.
9. Repite la misma operación con la segunda mitad de la mezcla de papa y cebolla.
10. Separa 4 huevos
11. Bate las claras con un batidor de globo o tenedor a que espumen. Ve agregando las yemas de una en una.
12. Combina las papas cocidas con el huevo batido. Moviendo bien para evitar que el huevo se cueza. Agrega 1/2 cucharadita de sal.
13. Calienta a fuego medio un sartén mediano con un poquito del aceite que usaste para freír las papas. Voltea la mezcla de las papas con el huevo y con una espátula de plástico aplana bien la superficie. Con la misma pala separa toda la orilla para asegurarte que no se haya pegado nada al sartén. Deja cocinar por unos 5 a 7 minutos.
14. Voltea la tortilla de papa sobre un plato plano. Agrega nuevamente un poco de aceite al sartén y regresa la tortilla al sartén ayudándote con la pala y con mucho cuidado para que no se te rompa.
15. Una vez en el sartén, ayuda a darle forma con la pala. Deja por otros 7 minutos más. Si el centro de la tortilla se siente un poquito firme al tacto, querrá decir que el huevo en su interior se ha cocido. Entre más suave esté el centro, mas tierna saldrá la tortilla. Los tiempos de cocción dependerán del gusto personal de cada quien.
Acompaña tu tortilla de papa con un buen pan y un buen vino.
- 4 papas (1 kg. aprox)
- 1 cebolla mediana
- 4 huevos grandes
- 2½ cucharaditas de sal
- 500 ml. de aceite de oliva (no extra virgen)
- Pela las papas y corta en rebanadas gruesas y corta las rebanadas como si fueras a hacer papas a la francesa y luego en cuadritos.
- Remoja los cuadritos ya cortados y después escúrrelas en un colador.
- Corta la cebolla en plumitas y revuelve con las papas cortadas. Agrega dos cucharaditas de sal.
- Coloca la mitad de las papas en el sartén con aceite caliente a fuego medio.
- Deja cocinar por unos 7 a 10 minutos o hasta que las papas estén suaves al picarlas con un cuchillo. Retira del sartén con un colador y coloca sobre una toalla de papel para que absorba el excedente de grasa.
- Repite la misma operación con la segunda mitad de la mezcla de papa y cebolla.
- Separa 4 huevos y bate las claras con un batidor de globo o tenedor a que espumen. Ve agregando las yemas de una en una.
- Combina las papas cocidas con el huevo batido. Moviendo bien para evitar que el huevo se cueza. Agrega ½ cucharadita de sal.
- Calienta a fuego medio un sartén mediano con un poquito del aceite que usaste para freír las papas. Voltea la mezcla de las papas con el huevo y con una espátula de plástico aplana bien la superficie. Con la misma pala separa toda la orilla para asegurarte que no se haya pegado nada al sartén. Deja cocinar por unos 5 a 7 minutos.
- Voltea la tortilla de papa sobre un plato plano. Agrega nuevamente un poco de aceite al sartén y regresa la tortilla al sartén ayudándote con la pala y con mucho cuidado para que no se te rompa.
- Una vez en el sartén, ayuda a darle forma con la pala. Deja por otros 7 minutos más. Si el centro de la tortilla se siente un poquito firme al tacto, querrá decir que el huevo en su interior se ha cocido. Entre más suave esté el centro, mas tierna saldrá la tortilla. Los tiempos de cocción dependerán del gusto personal de cada quien.
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