Creciendo en México, tuve la gran fortuna de que cada 6 de enero me tocara disfrutar de la tradicional merienda de Rosca de Reyes. Año tras año, durante muchos inviernos, tres familias nos reuníamos para celebrar la ocasión. Los papás se veían con mas frecuencia, pero para los hijos, esta fecha era el “reencuentro” de cada año.
Después de merendar, todos formábamos un círculo alrededor de la mesa principal y de uno en uno íbamos cortando nuestra rebanada de rosca ante las miradas atentas de los ahí reunidos. Los chicos con la ilusión de ser el o la afortunada de encontrar escondido “el ÚNICO niño Dios” dentro de su rebanada de pan, mientras que los papás a sabiendas de que si les tocaba tendrían que invitar a todos a cenar tamales el 2 de febrero.
Trato de hacer memoria, pero estoy casi segura de poder decir que en todos esos años me habré sacado al “niño Dios” solo un par de veces, pero eso sí, no olvido lo divertido del momento ni el gusto tan grande que me daba el remojar cada pedazo de pan en mi rico y espumoso chocolate caliente, pues era el día del año en que hacer eso “sí se valía.”
Con el paso del tiempo, el interior de la rosca de Reyes ha sufrido una importante transformación, pues en su interior dejó de encontrarse “un niño Dios” para dar paso a toda una familia de habitantes. Dos, tres, cuatro y hasta cinco muñequitos podemos encontrar escondidos hoy en día en una rosca de Reyes. Me pregunto: ¿Por qué razón los pasteleros agregaron mas habitantes a la rosca? Seguramente que fue para mantener por mas rato la curiosidad de quienes la partimos, o probablemente para vendernos roscas más grandes y así tener el buenísimo pretexto de dar doble vuelta para encontrar los niños escondidos. ¿Tu que crees?
Así que si hoy tienes la suerte de participar en una merienda de Reyes y hay una rosca grande frente a tí “NO TE HAGAS ROSCA QUE LO MÁS SEGURO ES QUE TE TOQUEN LOS TAMALES” o si bien te va, te tocará la tamaliza compartida el 2 de febrero, día de La Candelaria.
Algunos datos de la tradición popular mexicana sobre la rosca de Reyes:
- Forma redonda u ovalada – Representa el amor de Dios que no tiene principio ni fin.
- Frutas de colores – representan las joyas de las coronas de los Reyes Magos (Paz, Amor y Felicidad)
- Muñeco de plástico – representa al niño Dios que tuvo que ser escondido y protegido de la persecución del Rey Herodes.
- Las frutas también representan las distracciones del mundo que impiden encontrar a el niño Dios
- El que saca el muñeco de la rosca recibe una Bendición especial, se convierte en el padrino del niño y se compromete a vestirlo y presentarlo en la iglesia el 2 de febrero, día de La Candelaria e invitar a todos a cenar tamales con chocolate o atole.
Hoy día de Reyes es día para reunirse con la familia y los amigos, sentarse alrededor de la mesa y disfrutar el sopear nuestra rosca en un rico chocolate o atole calientitos.
¿Qué tal si nos preparamos un chocolate?
Esta receta rinde cuatro tazas medianas de chocolate espesito.
Si te gusta un chocolate bien cargado, utiliza dos tablillas de chocolate abuelita por cada litro. Si al contrario, te gusta más ligero, usa una tablilla por cada litro de leche.
Ingredientes: Rinde 4 tazas
1 litro de leche
1 1/2 (135gr.) tablillas de chocolate “abuelita”
2 oz. chocolate semiamargo
1/2 rajita de canela
Procedimiento
1. Combina todos los ingredientes en una cacerola y pon a calentar moviendo de vez en cuando para evitar que se pegue el chocolate en el fondo.
2. Cuando la leche empiece a hervir baja la flama a fuego bajo y mezcla el chocolate con una cuchara de madera para integrarlo muy bien hasta obtener una textura lisa. Cuela el chocolate con un colador fino. Sirve muy caliente.
¡Disfruta!
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