Conocí Disneylandia a mis once años en un viaje que hicimos en “bola” con mis tíos y primos a California. Cada uno habremos vivido dicha experiencia de manera distinta, pero para mí, fue el viaje de mi vida y hasta el día de hoy, forma parte de la lista de las experiencias más felices y memorables de mi vida.

Fue un recorrido a un mundo mágico con princesas, personajes de cuentos y caricaturas que cobraban vida.

Un lugar lleno de dulces desconocidos para mi, y por supuesto, ¿Qué decir de los juegos del parque inolvidables como el Small World, los piratas del Caribe, la casa de los sustos o Peter Pan?, o bien, el famoso Tiki Room quien se llevó la medalla del más visitado en aquel viaje, pues mi tío Carlos encontraba cualquier oportunidad para esconderse del calor y regresarnos al cuarto fresco del Tiki Room y pasar 15 minutos en el único lugar del parque con aire acondicionado oyendo cantar a Jose, Pierre, Michael y Fritz junto con el resto de las aves y plantas de la selva móvil la canción de “Let’s all sing like the birdies sing”.

Mi primera vez en Disneylandia con sombrero color naranja. 1970

Hace unas semanas tuve oportunidad de regresar a Disneylandia como acompañante de mi hija Fernanda que iba de trabajo. Esta vez no fui en bola, ni tampoco en papel de mamá o abuela, pero si con una gran ilusión de regresar a aquel mismo lugar y volver a recorrer todos los juegos y lugares que me traían tan gratos recuerdos.

..Y encontré todo igual y donde lo había dejado. La avenida principal La tienda de dulces, el presidente Lincoln en su teatro, A los fantasmas bailando en el salón de la Casa embrujada, los barcos voladores de Peter Pan, a Mickey Mouse paseando por el parque, el desfile con la música pegajosa, los niños del pabellón de It’s a Small World y por supuesto, el familiar y consentido Tiki Room en donde no pude evitar recordar mi primer viaje, lo grato y simpático del lugar fresco y seguir tarareando la canción “Let’s all sing like the birdies sing” por un buen rato de la tarde.

Hoy la vida y los años son otros y la percepción distinta, pero no cabe duda que Disneylandia sigue siendo para mí un lugar mágico y feliz.

Fernanda y yo en Main Street 2018

…Y para un dulce recuerdo una dulce galleta.

Hoy les comparto una receta para hacer galletas suaves de avena. Las he preparado con arándanos, pasitas y nuez, siendo esta última opcional por aquello de las personas que tengan alergia a las nueces.

Esta receta fue preparada con la ayuda de una batidora, pero igualmente puede hacerse a mano batiendo la mantequilla y azúcar con un batidor de globo y luego siguiendo de la misma manera que se muestra aquí con el resto de los ingredientes.

GALLETAS DE AVENA

• Precalienta el horno a 350˚F (190˚C)

Ingredientes:

• 226 gr. (8 oz) o bien, 1 taza de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
• 1 1/2 taza de azúcar moscabada (En México uso la de marca Zulka que es la más parecida al ‘Brown sugar’ americano)
• 3 cucharadas de miel de abeja
• 2 huevos grandes
• 1 1/2 tazas de harina
• 1 cucharada de canela en polvo
• 1 cucharadita de sal
• 2 1/2 tazas de avena
• 1/2 taza de arándanos secos
• 1/2 taza de pasitas
• 1/2 taza de nuez picada (opcional)

Elaboración:

1. En un tazón se coloca la mantequilla junto con el azúcar moscabada y se bate hasta que obtenga una consistencia cremosa. Se le agregan los huevos uno a uno a que incorporen bien y al final la miel

2. El harina se cierne junto con la canela y sal y se agrega a la mezcla de la mantequilla. Se incorpora lentamente con una espátula de plástico o una cuchara de madera. No debe batirse demasiado.

3. Se agrega la avena y se mezcla bien

4. Al final se añaden las pasitas, arándanos y nuez (si se desea). 5. Con una cuchara sopera o una de helado chica se hacen las porciones de galleta y se presionan ligeramente con la ayuda de una pala o con los dedos de la mano húmedos.

6. Se hornean por unos 12 a 14 minutos o hasta que las orillas adquieran un color dorado. Deja enfriar.